© Copyright 2025 | Lider Óptica
CONTROL DE LA MIOPÍA
Compensa la miopía y reduce su progresión
La miopía es un defecto refractivo frecuente, en el cual nuestro globo ocular es más largo de lo normal. Esta elongación provoca un desenfoque a nivel de la retina, que se
traduce en visión borrosa a media y larga distancia. Sin embargo, es importante saber que la miopía no solo consiste en mala visión: esta es una consecuencia. Un ojo miope
cuya visión se corrige, ya sea con gafas, lentillas o cirugía, continúa siendo un ojo miope. La miopía no se cura, pero puede prevenirse o ralentizarse. La miopía se está
convirtiendo en una epidemia mundial. Actualmente se sitúa en un 34% de la población y hace unos 20 años solo estaba en un 23%. Por lo tanto, el riesgo de padecer miopía
va en aumento, y en gran parte es debido al estilo de vida actual: mayor actividad en distancias cortas (Tablet, móvil, ordenador…), reducción de actividades al aire libre,
entre otros. Existe una etapa en el desarrollo del niño (entre los 7-17 años) en la que la miopía progresa. Es solo en esa etapa en la que es posible intervenir en este proceso.
Lo más preocupante en un miope es que llegue a desarrollar una miopía magna o patológica, es decir, superior a las 6 dioptrías. Cuando esto sucede, el riesgo de que derive
en una afección más grave como el desprendimiento de retina, retinopatía miópica o glaucoma, es mucho mayor. Por todo ello debemos tratar de controlar la progresión de la
miopía, y hoy en día, la evidencia científica demuestra que existen varios métodos para frenar dicha progresión todo lo posible, entre los que se encuentran la atropina,
lentillas de desenfoque periférico, ortoqueratología, o lentes oftálmicas específicas.
ATROPINA:
Es un fármaco de aplicación tópica que a concentraciones muy bajas (0.01%) ejerce un control sobre la progresión de la miopía. Es recetado únicamente por oftalmólogos, y
una opción más invasiva que las lentes oftálmicas o de contacto..
LENTES BLANDAS DE DESENFOQUE PERIFÉRICO:
Son lentillas de doble foco que compensan la miopía mientras controlan la progresión de la misma y el crecimiento del ojo. Somos centro certificado para el control de
miopía con las lentes diarias Misight de Coopervision, Mylo de Markennovy y Alexa AR de Tiedra.
LENTES OFTÁLMICAS:
Lentes específicas como SuperKid Miofocal, o MiYOSMART: Es un tratamiento no invasivo, seguro, fácil de usar y efectivo basado en los estudios del Brien Holden Vision
Institute. La lente corrige el defecto visual con toda su superficie e integra un área circular de tratamiento que reduce la progresión de la miopía. El desenfoque periférico
constante facilita una visión nítida a la vez que gestiona la miopía.
ORTOQUERATOLOGÍA:
Lentes de contacto de uso nocturno que moldean la curvatura de la córnea, de forma que el paciente puede ver bien durante el día sin necesidad de corrección óptica.
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Compensa la miopía y reduce su progresión
La miopía es un defecto refractivo frecuente, en el
cual nuestro globo ocular es más largo de lo normal.
Esta elongación provoca un desenfoque a nivel de la
retina, que se traduce en visión borrosa a media y
larga distancia. Sin embargo, es importante saber que
la miopía no solo consiste en mala visión: esta es una
consecuencia. Un ojo miope cuya visión se corrige,
ya sea con gafas, lentillas o cirugía, continúa siendo
un ojo miope. La miopía no se cura, pero puede
prevenirse o ralentizarse. La miopía se está
convirtiendo en una epidemia mundial. Actualmente
se sitúa en un 34% de la población y hace unos 20
años solo estaba en un 23%. Por lo tanto, el riesgo de
padecer miopía va en aumento, y en gran parte es
debido al estilo de vida actual: mayor actividad en
distancias cortas (Tablet, móvil, ordenador…),
reducción de actividades al aire libre, entre otros.
Existe una etapa en el desarrollo del niño (entre los 7-
17 años) en la que la miopía progresa. Es solo en esa
etapa en la que es posible intervenir en este proceso.
Lo más preocupante en un miope es que llegue a
desarrollar una miopía magna o patológica, es decir,
superior a las 6 dioptrías. Cuando esto sucede, el
riesgo de que derive en una afección más grave
como el desprendimiento de retina, retinopatía
miópica o glaucoma, es mucho mayor. Por todo ello
debemos tratar de controlar la progresión de la
miopía, y hoy en día, la evidencia científica
demuestra que existen varios métodos para frenar
dicha progresión todo lo posible, entre los que se
encuentran la atropina, lentillas de desenfoque
periférico, ortoqueratología, o lentes oftálmicas
específicas.
ATROPINA:
Es un fármaco de aplicación tópica que a
concentraciones muy bajas (0.01%) ejerce un control
sobre la progresión de la miopía. Es recetado
únicamente por oftalmólogos, y una opción más
invasiva que las lentes oftálmicas o de contacto..
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DESENFOQUE PERIFÉRICO:
Son lentillas de doble foco que compensan la miopía
mientras controlan la progresión de la misma y el
crecimiento del ojo. Somos centro certificado para el
control de miopía con las lentes diarias Misight de
Coopervision, Mylo de Markennovy y Alexa AR de
Tiedra.
LENTES OFTÁLMICAS:
Lentes específicas como SuperKid Miofocal, o
MiYOSMART: Es un tratamiento no invasivo,
seguro, fácil de usar y efectivo basado en los
estudios del Brien Holden Vision Institute. La lente
corrige el defecto visual con toda su superficie e
integra un área circular de tratamiento que reduce la
progresión de la miopía. El desenfoque periférico
constante facilita una visión nítida a la vez que
gestiona la miopía.
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Lentes de contacto de uso nocturno que moldean la
curvatura de la córnea, de forma que el paciente
puede ver bien durante el día sin necesidad de
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un desenfoque a nivel de la retina, que se traduce en visión borrosa a media y larga distancia. Sin embargo, es importante saber
que la miopía no solo consiste en mala visión: esta es una consecuencia. Un ojo miope cuya visión se corrige, ya sea con gafas,
lentillas o cirugía, continúa siendo un ojo miope. La miopía no se cura, pero puede prevenirse o ralentizarse. La miopía se está
convirtiendo en una epidemia mundial. Actualmente se sitúa en un 34% de la población y hace unos 20 años solo estaba en un
23%. Por lo tanto, el riesgo de padecer miopía va en aumento, y en gran parte es debido al estilo de vida actual: mayor actividad
en distancias cortas (Tablet, móvil, ordenador…), reducción de actividades al aire libre, entre otros. Existe una etapa en el
desarrollo del niño (entre los 7-17 años) en la que la miopía progresa. Es solo en esa etapa en la que es posible intervenir en
este proceso. Lo más preocupante en un miope es que llegue a desarrollar una miopía magna o patológica, es decir, superior a
las 6 dioptrías. Cuando esto sucede, el riesgo de que derive en una afección más grave como el desprendimiento de retina,
retinopatía miópica o glaucoma, es mucho mayor. Por todo ello debemos tratar de controlar la progresión de la miopía, y hoy en
día, la evidencia científica demuestra que existen varios métodos para frenar dicha progresión todo lo posible, entre los que se
encuentran la atropina, lentillas de desenfoque periférico, ortoqueratología, o lentes oftálmicas específicas.
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glaucoma, es mucho mayor. Por todo ello debemos tratar de controlar la
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existen varios métodos para frenar dicha progresión todo lo posible, entre los
que se encuentran la atropina, lentillas de desenfoque periférico,
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un ojo miope. La miopía no se cura, pero puede
prevenirse o ralentizarse. La miopía se está
convirtiendo en una epidemia mundial. Actualmente
se sitúa en un 34% de la población y hace unos 20
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padecer miopía va en aumento, y en gran parte es
debido al estilo de vida actual: mayor actividad en
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Existe una etapa en el desarrollo del niño (entre los 7-
17 años) en la que la miopía progresa. Es solo en esa
etapa en la que es posible intervenir en este proceso.
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